BIZCOCHO DE LIMA, JENGIBRE Y FRAMBUESA


Hace tiempo que no hacía un bizcocho diferente, y hoy me apetecía.
Me encanta el sabor y el aroma de la lima, el punto justo jengibre en una elaboración, me parece que le da un toque asiático especial, y la acidez de las frambuesas junto con su sabor dulce, me vuelve loca... y agitamos la coctelera y metemos todos estos ingredientes dentro de un bizcocho?
Como acabo de merendarme un trozo, os diré que me parece un bizcocho muy equilibrado en sabores, con todos los ingredientes muy presentes en cada bocado.
Al llevar la ralladura de lima y su zumo, tienen un sabor cítrico importante, muy agradable al paladar.
El jengibre está presente, incluso una vez acabado el bocado, que deja algunas notas con cierto picor, muy leve, pero que se nota. Las frambuesas, se las he puesto troceadas y deshidratadas, así que en cada bocado, en combinación con los demás sabores que están muy bien repartidos por todo el bizcocho, hacen muy agradable cada mordisco, por el contraste de dulzor y acidez que tienen.
La receta base, sin complicarnos la vida, es la del bizcocho 1,2,3 de yogur de toda la vida, así que no tenéis excusa para no prepararla. Es super sencilla.

Hoy me gustaría hablaros un poco del jengibre, porque aunque cada vez está más extendido su uso culinario, la mayoría de la gente lo pone o lo conoce en infusiones.
El jengibre es una especia, que se saca de una raíz con forma irregular y retorcida, de una planta que tiene unas flores de un color vivo y llamativo, que puede crecer hasta 1 metro de altura.


    Fotografia de www.herboteca.org

El jengibre, es muy apreciado en la cocina asiática, por su aroma y sabor.
Utilizado en la cocina oriental, india, o tailandesa, su uso culinario se aplica a sopas, guisos, infusiones o tés, dulces, y diversas preparaciones como jengibre deshidratado, en polvo, confitado, encurtido, en gominolas, en caramelos...
Normalmente se pela y se lamina, o bien se ralla.




De sabor fresco, especiado y picante, hay que tener mucho cuidado con la cantidad que se utiliza, ya que una pequeña cantidad en forma de ralladura, será suficiente para dar los matices que deseamos a nuestra elaboración.
Yo lo uso mucho cuando quiero hacer bizcochos o pastas especiadas, o cuando quiero hacer algún plato con toques asiáticos.
También tiene grandes propiedades medicinales, es un gran antioxidante y antinflamatorio, mejora la digestión, la circulación, es bueno para los mareos, ayuda a paliar los dolores de estomago, y también es usado en procesos catarrales.
Con todos los usos y propiedades que tiene, seguro que si no lo habéis probado, ya lo habéis apuntado en la próxima lista de la compra.


INGREDIENTES

3 huevos
1 Yogur de limón
2 vasos de yogur de azúcar
3 vasos de yogur de harina
1 vaso de yogur de aceite de girasil
1 cucharada de levadura quimica
1 pizca de sal
La ralladura de una lima y su zumo
1 y 1/2 cucharada de jengibre
1 puñado de frambuesas deshidratadas


ELABORACIÓN

Como siempre todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Mientras haces la masa para el bizcocho, vamos encendiendo el horno a 180º, que por lo menos tiene que estar precalentado 10 minutos, es decir, una vez que coja la temperatura indicada, empezamos a contar mínimo 10 minutos.
Comenzamos poniendo en un bol los huevos con los dos vasos de azúcar. Si... lo sé... el vaso de yogur todavía esta lleno... yo lo que hago es sacar el yogur a un vaso para poder utilizar la medida.
Como os decía, los huevos con el azúcar, y con unas varillas de mano, batimos hasta que se nos quede una especie de crema que ha blanqueado un poco.
Añadimos el yogur de limón y mezclamos. Agregamos la ralladura de lima y su zumo, integrándolos bien.
Por otro lado mezclamos ingredientes secos, los tres vasos de harina, el jengibre, la levadura y la sal, tamizamos encima de la mezcla anterior, y vamos batiendo hasta que no queden grumos.
Poco a poco, y a la vez que batimos, integramos el aceite de girasol.
Por último, añadimos las frambuesas deshidratadas en trozos pequeños, removemos un poco y untamos un molde con mantequilla a temperatura ambiente, después espolvoreamos un poco de harina del que sacudiremos el exceso, y echamos la masa en el molde.
Metemos a horno 180º calor arriba y abajo durante 35 min y bajamos a 170º los últimos 5 min. Apagamos el horno y dejamos con la puerta ligeramente abierta otros 5 min. Con esto último lo que hacemos, es que nuestro bizcocho se vaya acostumbrando a una temperatura más baja poco a poco, y así no se nos baje por el contraste repentino de temperatura.
Sacamos del horno, y dejamos templar para desmoldar, ya que estando caliente corre el peligro de romperse.
Para consumirlo, dejar enfriar del todo!!! Sed pacientes!!

Os va a encantar! Ya me contareis!!!









2 comentarios:

  1. Tiene que ser una explosión de sabores deliciosa y que bien me vendría ahora con un café. En cuanto al jengibre hace algunos años era muy difícil encontrarlo, pero como tu dices ya esta más extendido en el uso culinario y es más fácil encontrarlo en las fruterías, su sabor característico es muy apreciado en la cocina y cada vez es más habitual verlo como ingrediente en una receta, me encanta, besos
    Sofía

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  2. Jo Silbia, ya he desayunado y viendo tu bizcocho, pienso que bien me tomaría ahora otro café con un trozo de este delicioso bizcocho. Te ha quedado perfecto y esponjoso.
    Un abrazo

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Yo!

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